El proceso y el indulto catalán

CDMX, Mexico.

Seré muy claro, no me gusta una España sin Cataluña, la independencia catalana suena a que estamos en el siglo XIV o XV donde los feudos tienen valor y no, las comunidades transfronterizas. Sobre todo, considerando que estamos en un entorno europeo.

España, sin tener una organización formalmente federal, es más federal que muchos países del orbe, pero incluso es que el Reino de España puede ser más republicano sin serlo formalmente que muchos países que se autodenominan república. Entiendo como república, a un sistema de gobierno autodeterminado por sus pobladores y gobernados por un presidente elegido por estos.

No me meteré con la monarquía española, porque es un asunto que se cuece aparte. Porque en España, se diga lo que se diga, no gobierna el Rey.

Lo que quiero decir es que España tiene un nivel de descentralización administrativa tan amplia que por momentos parecería que sus comunidades autónomas son Estados independientes, muy similar en la práctica a la organización política de Estados Unidos de América, por poner un ejemplo.

Además, la democracia que se vive en España tiene un espíritu de igualdad y protección social para todos los españoles, que ha alcanzado unos límites tan positivos que cualquier país quisiera tenerlos. Obvio que España, como cualquier país es imperfecto. Pero es todo, menos un país centralista o poco democrático.

Tengo una ligera idea de por qué algún sector de la población catalana busca la independencia. Encuentro que este deseo proviene de una mezcla entre oportunismo político y huellas de un pasado represor que ya no tiene nada que ver con la moderna actualidad. Sin embargo, sabemos por la historia, contada por los abuelos y abuelas españoles, así como los historiadores, que la dictadura franquista especialmente se ensañó con el pueblo catalán y con el pueblo vasco. Quizá sea por esto, entre otros motivos políticos ocultos que el ímpetu por la independencia aún siga vivo, incluso aunque la España moderna sea descentralizada y democrática.

España tiene un reto ante sí como cualquiera de nosotros podemos vivir inter e individualmente, y es que hablar de reconciliación con nosotros mismos y con nuestros semejantes, es un reto monumental que no cualquiera se atreve.

Es verdad que la España franquista reprimió, pero no solo a los catalanes, vascos o valencianos sino a todos los españoles de esa época y no es sino a través de la reconciliación y el perdón que se alcanzará la paz y la armonía. Si los símbolos son importantes para los catalanes, el indulto propuesto por el gobierno español es un símbolo muy poderoso para alcanzar una solución en el mediano plazo.  ¿Qué sigue? No sé a usted, amable lector, pero insisto a mí me gusta la España con Cataluña.

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