HACER VIABLE LA JERARQUÍA

Madrid, España.

“PRIMERA VIA DE AVANCE DE UNA ORGANIZACIÓN HACIA SU METAMORFOSIS”[1]

Muchas cúspides directivas se ven desbordadas por la variedad de los problemas que les acechan, el aumento del tamaño y la inestabilidad de los entornos y hasta la misma complejidad  generada por sus propias burocracias.

Estas cúspides atascadas no suelen asumir como problema esta situación, contribuyendo así a una espiral de agravamiento, que va erosionando el poder de la jerarquía.

Desde la mitad del siglo veinte, al menos, se han venido sintiendo los síntomas de inadecuación de este modelo organizativo a las necesidades de la realidad. Todo ese período está cuajado de aparición de nuevas teorías para mejorar el funcionamiento de las organizaciones y de innumerables iniciativas por parte de las propias organizaciones para modificar sus estructuras y mejorar su funcionamiento.

Todos estos intentos de reforma se van demostrando como insuficientes porque lo que falla es el modelo de base: las organizaciones no deben ser como un reloj o una máquina y el diseño jerárquico funcional no es la mejor manera de conseguir eficacia y eficiencia.

Lo que ahora se ve con más claridad, a posteriori, es que deben emprenderse cambios más radicales, abandonando casi todas las ideas que hasta ahora se mantenían como que eran la clave de las organizaciones eficaces, derivadas de la ciencia clásica con base mecánica. Y reemplazarlas por la aplicación de las ideas de las ciencias de la complejidad – de aparición relativamente reciente -a las organizaciones, su gobierno y dirección.

Hay que abandonar la idea de que la dirección se basa en el control, por la dirección basada en crear visiones compartidas de la realidad, acuerdo sobre objetivos a alcanzar y entrenamiento de las personas para que sean eficaces en la realización de las tareas que permiten que alcancen los objetivos.  El control así se substituye con ventaja por la autoorganización.

La innovación está facilitada por moverse al borde del caos.

Y los cambios tienen lugar con más seguridad si tienen en cuenta el “efecto mariposa”- pequeños cambios puntuales que generan cambios importantes- y una gobernanza eficaz es capaz de diseñarlos en acuerdo con su entorno.

Las personas con verdadera vocación de conducir el desarrollo de sus organizaciones, han de ir superando la mentalidad y prácticas burocráticas de gobierno/dirección e ir transformando el funcionamiento de las mismas a impulsos de cambios, como:

  1. Abandonar el mito monárquico, en la ocupación de los puestos de cúspide, y entrenarse en  dúos, tríos y constelaciones de dirección, como mejor contribución a la asunción de la complejidad de las tareas y al entrenamiento práctico en su dominio.
  2. Dividir la tarea global no solo funcionalmente – que ayuda al control interno -, sino también en función de la variedad que obliga el entorno.
  3. Contar con recursos para escanear el entorno, fijar objetivos desglosados razonablemente en toda la organización y hacer su seguimiento.
  4. Dotarse de recursos para ayudar a que toda la organización logre sus objetivos.
  5. Liberar tiempo de los ocupantes de las cúspides para ocuparse de la organización y los problemas que encuentra.
  6. Recuperar “recursos distraídos”(p.e.: los”cargos públicos institucionales distraídos ,en trabajos burocráticos, en detrimento del trabajo políticos de partido; muchos directivos y técnicos cuya madurez sobrante no es utilizada por muchas organizaciones burocráticas).
  7. Contar con prácticos reflexivos y entrenadores para desarrollar sobre la práctica a los miembros de la organización que lo necesiten, tanto operativos como directivos.
  8. Prestar atención a las tareas de innovación/aprendizaje que requieren abandonar la lógica de la normalización regular y aplicar una metodología de trabajo de proyecto.

Un tratamiento completo de las metodologías que contribuyen a desarrollar UN SISTEMA VIABLE se encuentra en la magnífica obra de  DE Sir Stafford Beer. Tecleando en GOOGLE términos como SISTEMA VIABLE, SINTEGRITY, STAFFORD BEER, se puede encontrar una abundante documentación al respecto tanto de Sir Stafford como de sus discípulos.

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